¿Por qué el número 4?


Hemos elegido el número 4 para identificarnos


Presente en las estaciones del año, las etapas evolutivas de la vida, los puntos cardinales, las virtudes morales y los lados del cuadrado entre otros.

Basada en la observación de la naturaleza, surge en Oriente en el segundo milenio a.C. la teoría de los 4 elementos considerada como un sistema en equilibrio: el aire -para respirar-, el agua -para beber-, el fuego -para calentarse- y la tierra -para comer-. De faltar alguno, éste podía quebrarse.

Para Platón (427-347 a.C) el individuo podía lograr ser virtuoso al desarrollar estas 4 características: la prudencia para ejercer la razón, la fortaleza para vencer el temor a las dificultades, la templanza para regular las emociones, y la justicia para lograr la equidad entre los individuos y por el bien común.

Aristóteles (384-322 a.C) pensaba que cada individuo estaba conformado por una proporción de los 4 elementos que lo hacía único y diferente a los demás.

Según Carl Jung (1875-1961) existen 4 funciones básicas de la psique humana: percibir, intuir, sentir y reflexionar.

Vemos de esta manera como el número 4 acompaña, a través de la historia, diferentes teorías y pensamientos acerca del ser humano. Todo ello lleva a plantear el propósito de este modo:

«La meta suprema del ser humano es realizarse como ser creativo, único, de acuerdo a sus propias potencialidades innatas y dentro de los límites de la realidad»

Nuestra propuesta busca potenciar las habilidades de las personas y ayudar a desarrollarlas y expandirlas, para que evolucionen en un adecuado equilibrio en beneficio de las organizaciones, de sí mismos y de la sociedad.